3ª Etapa. Bolonia - Tarifa
Ya es el último día, las fuerzas están escasas, pero la recompensa merece la pena. De nuevo habrá que madrugar. Nada más empezar el nuevo día puede que nos encontremos alguna vaca retinta todavía durmiendo.
Los primeros kilómetros, aprovechando la marea baja, serán por las famosas piscinas de Bolonia. El agua cristalina, te invita a bañarte.
A continuación de las piscinas nos encontramos con recónditas playas vírgenes donde la vegetación llega hasta la orilla. Estas playas son uno de los mejores secretos de la costa Gaditana. Si alguien quiere relajarse, pocos sitios mejor que este existen en el mundo para dejar los problemas atrás.
Los primeros kilómetros, aprovechando la marea baja, serán por las famosas piscinas de Bolonia. El agua cristalina, te invita a bañarte.
A continuación de las piscinas nos encontramos con recónditas playas vírgenes donde la vegetación llega hasta la orilla. Estas playas son uno de los mejores secretos de la costa Gaditana. Si alguien quiere relajarse, pocos sitios mejor que este existen en el mundo para dejar los problemas atrás.
Abandonamos la playa y vamos en búsqueda de la famosa duna de Valdevaqueros. Es increíble,como la arena poco a poco va ganando terreno a las carretera.
Y la arena entierra a los pinos.
De vez en cuando, la maquinaria tiene que venir a limpiar la playa, pero creo que esta lucha contra la naturaleza, el ser humano la tiene perdida.
Y la arena entierra a los pinos.
De vez en cuando, la maquinaria tiene que venir a limpiar la playa, pero creo que esta lucha contra la naturaleza, el ser humano la tiene perdida.
De la vista desde lo alto de la duna poco se puede decir. La playa de Valdevaquero y y en el horizonte el imponente Yebel Musa, África.
En la base de la duna se encuentra una de las mecas del winsurf en Europa. El fuerte viento de levante, que azota del estrecho, ha convertido este lugar en el paraíso de los amigos del Eolo.
Al final de la playa, cruzaremos la carretera para dirigirnos al Punto de Información del parque Natural del Estrecho. Aquí tomaremos el sendero que nos lleva a los ventiladores situados en la Sierra de Fates. A medida que vamos ganando altura las vistas de la costa son impresionantes.
En mitad del camino, nos toparemos con un pequeño Buda, al cual le pediremos que nos dé fuerza para terminar este último día.
El tamaño de los ventiladores son increíbles. Menos mal que Don Quijote no tuvo que luchar contra estas moles de acero.
Por supuesto, después de subir, toca bajar. El cortafuego, nos llevara al GR-7. Senda de gran recorrido que une Tarifa con Atenas.
En esta encrucijada de camino se nos presentara la duda, tirar para Tarifa o perdernos en la Última Selva. La diferencia entre uno u otro camino son más de veinte kilómetro.
En el caso de que tomemos el camino fácil, llegaremos pronto a la playa de los Lances. Nada más llegar a la orilla, veremos la Isla de Tarifa esperándonos y el continente africano a sus espaldas.
En el caso de que nos liemos la manta a la cabeza, podremos conocer la parte sur del Parque de los Alcornocales y la colada del Estrecho. Este tramos sería de la siguiente forma.
Para ir abriendo boca tendremos una corta subida por pista de zahorra que nos lleva a un verde prado donde se aprecia perfectamente el efecto del viento en los arboles.
Seguiremos subiendo para llegar al punto más alto de la sierra del Cabrito. Espero que tengamos mejor suerte con la meteorología que la última vez que subimos.
Tras esta loma, entraremos en un verde bosque, que nos sorprenderá por su vegetación.
El tamaño de los helecho, en algunos tramos, es increíble
Ahora toca bajar al Área Recreativa de Pelayo. Durante un buen tramo iremos por una estrecha senda.
Al final de la senda, transitaremos por el bosque de canuto o rivera del río Guadalmesí. Este Quejigo repleto de helechos es una muestra del grado de humedad y sombría que hay en estos bosques. El porte del árbol es impresionante.
Ya hemos llegado al Area Recreativa El Pelayo, cruzaremos la carretera para dirigirnos a la colada del Estrecho a través del Cerro del Tambor.
Otra vez volvemos a ver el mar y el continente Africano al fondo.
A medida que nos acercamos a la costa, se aprecia el bonito color de estas aguas.
Ya solo nos separa del Castillo de Guzman, unos diez kilómetros por una bonita senda paralela al océano.
Justo antes de llegar a Tarifa, veremos otra de las muchas torres vigías situadas en la costa.
Y por fin, después de tres días de singladura habremos llegado a las puertas de África, el Castillo de Guzmán el Bueno.
A partir de aquí, ya solo queda tomar la ansiada cerveza y recordar los bonitos sitios por los que hemos caminado a lo largo de la Costa de la Luz.
En la base de la duna se encuentra una de las mecas del winsurf en Europa. El fuerte viento de levante, que azota del estrecho, ha convertido este lugar en el paraíso de los amigos del Eolo.
Al final de la playa, cruzaremos la carretera para dirigirnos al Punto de Información del parque Natural del Estrecho. Aquí tomaremos el sendero que nos lleva a los ventiladores situados en la Sierra de Fates. A medida que vamos ganando altura las vistas de la costa son impresionantes.
En mitad del camino, nos toparemos con un pequeño Buda, al cual le pediremos que nos dé fuerza para terminar este último día.
El tamaño de los ventiladores son increíbles. Menos mal que Don Quijote no tuvo que luchar contra estas moles de acero.
Por supuesto, después de subir, toca bajar. El cortafuego, nos llevara al GR-7. Senda de gran recorrido que une Tarifa con Atenas.
En esta encrucijada de camino se nos presentara la duda, tirar para Tarifa o perdernos en la Última Selva. La diferencia entre uno u otro camino son más de veinte kilómetro.
En el caso de que tomemos el camino fácil, llegaremos pronto a la playa de los Lances. Nada más llegar a la orilla, veremos la Isla de Tarifa esperándonos y el continente africano a sus espaldas.
En el caso de que nos liemos la manta a la cabeza, podremos conocer la parte sur del Parque de los Alcornocales y la colada del Estrecho. Este tramos sería de la siguiente forma.
Para ir abriendo boca tendremos una corta subida por pista de zahorra que nos lleva a un verde prado donde se aprecia perfectamente el efecto del viento en los arboles.
Seguiremos subiendo para llegar al punto más alto de la sierra del Cabrito. Espero que tengamos mejor suerte con la meteorología que la última vez que subimos.
Tras esta loma, entraremos en un verde bosque, que nos sorprenderá por su vegetación.
El tamaño de los helecho, en algunos tramos, es increíble
Ahora toca bajar al Área Recreativa de Pelayo. Durante un buen tramo iremos por una estrecha senda.
Al final de la senda, transitaremos por el bosque de canuto o rivera del río Guadalmesí. Este Quejigo repleto de helechos es una muestra del grado de humedad y sombría que hay en estos bosques. El porte del árbol es impresionante.
Ya hemos llegado al Area Recreativa El Pelayo, cruzaremos la carretera para dirigirnos a la colada del Estrecho a través del Cerro del Tambor.
Otra vez volvemos a ver el mar y el continente Africano al fondo.
A medida que nos acercamos a la costa, se aprecia el bonito color de estas aguas.
Ya solo nos separa del Castillo de Guzman, unos diez kilómetros por una bonita senda paralela al océano.
Justo antes de llegar a Tarifa, veremos otra de las muchas torres vigías situadas en la costa.
Y por fin, después de tres días de singladura habremos llegado a las puertas de África, el Castillo de Guzmán el Bueno.
A partir de aquí, ya solo queda tomar la ansiada cerveza y recordar los bonitos sitios por los que hemos caminado a lo largo de la Costa de la Luz.
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